Mucho se ha escrito de los hábitos y actitudes que se necesitan para tener una vida feliz pero ¿Qué sabes de aquellas malas prácticas diarias que repites haciendo tu vida triste y miserable?
La psicóloga Cloe Madanes cree que “en ausencia de guerras y otras desgracias”, algunas personas “se esfuerzan” por ser infelices. En la vida es más común de lo que te imaginas encontrar a personas que hacen todo lo posible por ser infelices y estas son algunas de las actitudes más comunes que comparten:
Vivir preocupado por el dinero
Ser prudente está bien pero pensar constantemente en perder tu trabajo o tu dinero con seguridad te llevará a la depresión. Esta preocupación podría mantenerte en un trabajo que no te gusta, logrando que seas infeliz cada día.
El aburrimiento como principal hobby
¿Cuántas veces te has escuchado decir “estoy aburrido”? creer que la vida no es excitante, que ya no encontrarás sorpresas ni aventuras sólo te convertirá en una persona pasiva y aburrida. Con el tiempo, la gente te evitará.
Sarcasmo, camino al exitoso fracaso
La receta perfecta para la infelicidad es la siguiente: Asegúrate de que tienes una larga lista de críticas y exponlas siempre que puedas; si es de manera hiriente, mejor. Aplica tu negatividad en casi cualquier situación, es fácil: si alguien come huevos deja claro que no te gustan, etc. Desde lo más simple, funciona. Asegúrate también de criticar en voz alta todo aquello que goce de aceptación general, como la película que tus amigos adoran y cosas así.
Identidad negativa, detectada
Convertir cualquier problema en algo de trascendencia mundial, es el mejor paso a la infelicidad. Por ejemplo, exagerar tu estado de ánimo y hacerlo del dominio público, puede atraerte animadversiones entre las personas que te rodean.
Desconfiar de los demás
¿Crees que todo el mundo te quiere apuñalar por la espalda? Probablemente ni siquiera sepan tu nombre. Atribuir malas intenciones a todos aquellos que te rodean sólo te generará estrés a ti.
Pelear por pelear
¿El vecino te cerró la puerta en la cara? ¿El mesero no te trajo el vaso con agua que pediste? ¿No te han enviado mensajito de “buenos días”? ¿Hay ciclistas en las calles? No te enfades. Y sobre todo, no hagas dramas que pretendas negar después.
Ser un malagradecido
Varios estudios muestran que quien sabe dar las gracias es más feliz. No olvides ser agradecido con tus padres, hermanos (si los tienes) y el resto del mundo. En ese orden.
“El amor todo lo cambia”
No hay nada más erróneo que pensar que una persona puede cambiar “por amor”. Aléjate de ese pensamiento telenovelesco y no pierdas tu valioso tiempo saliendo con alguien a quien crees que puedas moldear como un pedazo de plastilina. Tip: las personas alcohólicas, sociopatas y agresivas no van a cambiar nunca.
Culpar a los padres por TODO
Ya madura. Es tan común ver a adolescentes o mayores de 30 años repartiendo culpas a sus padres. Ellos no tienen la culpa de la persona en la que te has convertido ni mucho menos en la que esperas convertirte por arte de magia.
“El que no tranza, no avanza”
¿Qué sería de México sin este popular dicho? Tal vez un país mejor. Olvídate de tratar de sacar ventaja en detrimento de otros en todas y cada una de las situaciones que se te presentan en la vida.
Cualquier tiempo pasado fue mejor (o peor)
¿El presente te decepciona y vives edulcorando tu infancia? #EpicFail. Para de quejarte del presente y aprende a disfrutarlo. “La vida es un pinic”.
Por otro lado, si crees que estas en el sitio equivocado por la “triste y terrible” infancia que tuviste, no sirve de nada que te traumes y vivas pensando en las terribles situaciones que viviste. Es posible que otros hallan tenido un pasado peor que el tuyo.
El quejoso
Puedes tener pensamientos negativos pero expresarlos constantemente es innecesario y a nadie le importan pues solo te convierten en una persona insoportable a la que nadie quiere ver (ni escuchar).